martes, 21 de diciembre de 2010
Oye..¿Y tu sonrisa? Por qué has dejado de sonreír? No pares de hacerlo, nunca
El tiempo pasa, y d u e l e, duele la ausencia, la indiferencia, los complejos.. pero sobre todas las cosas, duele no tenerte. Duele cada hora, cada día, cada semana que transcurre, duele cada lágrima, cada caricia y cada beso, duele cada manecilla del reloj, duele el nudo en la garganta y las ganas de llorar. Duele la impotencia y las ganas de más… Cuando se supone que cada segundo estás más cerca, y cuando te das cuenta que esa regla de tres nunca ha funcionado.
Aquí no se lleva que echarte de menos cada día sea más fácil, aquí es áspero, y los segundos te lo echan en cara.
Y duele tanto que las estrellas se apagan, y las sonrisas desaparecen, y los buenos días se convierten en rutina, y que
es costumbre acostumbrarme a no desacostumbrarme de ti.
Y duele porque no estás donde tienes que estar, estás en el lugar donde menos te espero... Y ese es el problema, la mentira más profunda, enviarte a un lugar lejos de aquí, como si fueras un olor que se consigue llevar el viento...
Pero el viento cesó, y ya no hay corriente, ni un resquicio de brisa, quiere que te quedes, pegado a mi almohada, quieres quedarte y doler, y hacer esto más difícil aun, y es ahí cuando me hace falta respirar y dejarme llevar...
Porque esto no se lleva dentro, se lleva tatuado en la piel, para poder verlo cada hora, cada día, cada semana, cada mes del año, y año tras año recordarnos cómo dejé que te fueras, y cómo dejaste que me fuera...
Y quizás sea mejor, dejar de recordar,recorrer otros aires...
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